sábado, 15 de noviembre de 2008

Carácter transitivo

El herrero, dado el poco filo del utensilio que le adjudica el proverbio, tuvo que matar a su mujer a golpes.
No así el carpintero, que pudo liquidar a la suya con limpias, exactas cuchilladas.

2 comentarios:

Rafael Vázquez dijo...

Ufff, escalofriante relato. Asustan los personajes del herrero y el carpintero y su locura transitiva y transitoria.
Muy bueno Olga.

Javier López dijo...

Las palabras de Olga siempre están del lado de la belleza, hasta en los crímenes.